Fuente: Oil and Gas
La fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, dijo que la suspensión del DOE en las nuevas licencias generó mucha incertidumbre en su estado, con decenas de miles de millones de dólares en infraestructura en cuestión. Ella calificó la decisión como "una gran victoria para la energía estadounidense". La decisión significa que el DOE debe reiniciar pronto su proceso de aprobación de permisos.
Sin embargo, no está claro cuándo sucederá esto. Según una nota de principios de febrero de Matt Egan y Brent Bennett de Real Clear Wire, las acciones políticamente motivadas del presidente apuntaban principalmente a Texas y Luisiana, estados republicanos que representan la mayor parte de las exportaciones de GNL de EE. UU.
Algunos han especulado que la acción de Biden podría haber sido un movimiento para retaliar contra los estados republicanos que se opusieron a la apertura de las fronteras del sur. Un informe separado del Washington Free Beacon dijo que John Podesta, el Czar del Clima de Biden, finalmente impulsó la decisión. En cuanto a la participación de Podesta en el ataque al GNL, aquí está más información de Larry Behrens de Real Clear Wire:"Siendo un guerrero conocido por el clima, tiene sentido que Podesta esté presionando por políticas en contra de los intereses energéticos de EE. UU. Sin embargo, al mismo tiempo, el hermano de Podesta, Tony, uno de los lobistas más conectados de DC, tiene conexiones financieras con compañías de GNL extranjeras, incluida una con vínculos con un oligarca ruso.
Es preocupante ver a la familia Podesta beneficiarse de una prioridad política de la Casa Blanca que emplea a otro Podesta. Las compañías extranjeras, incluida Rusia, son beneficiarias claras del ataque de Biden al GNL. Debería plantear preguntas sobre posibles conflictos de interés y motivaciones de lucro en la Casa Blanca.
Por otro lado, Angelo Fernández Hernández, un portavoz de la Casa Blanca, le dijo al Washington Post: "Estamos decepcionados con la decisión de hoy. Seguimos comprometidos a informar nuestras decisiones con el mejor análisis económico y ambiental disponible,
respaldado por una ciencia sólida". La decisión de los guerreros climáticos radicales en la Casa Blanca de socavar la independencia energética de Estados Unidos llega en un momento en que las exportaciones de GNL de EE. UU. se han duplicado en los últimos cuatro años.
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